Los lavados nasales, también conocidos como irrigación nasal, son una técnica sencilla y eficaz que implica el uso de una solución salina para limpiar las fosas nasales. Este procedimiento se realiza utilizando dispositivos específicos como una jeringa de bulbo, una botella exprimible, o una lota nasal (neti pot). La solución salina ayuda a eliminar el moco, las bacterias, los alérgenos y otras partículas, mejorando la respiración y manteniendo la salud nasal. Es una práctica segura y no invasiva que puede realizarse en casa.
Los lavados nasales son útiles en una variedad de situaciones. Se utilizan comúnmente para aliviar los síntomas de la rinitis alérgica, la sinusitis y el resfriado común, ya que ayudan a despejar las vías nasales y reducir la congestión. También son recomendados para personas que están expuestas a altos niveles de polen, polvo, o contaminantes, y para aquellos que sufren de sequedad nasal. Además, los lavados nasales pueden ser beneficiosos como parte del tratamiento postoperatorio en cirugía nasal para acelerar la recuperación y prevenir infecciones. Este procedimiento contribuye significativamente al bienestar respiratorio y a la mejora de la calidad de vida en general.
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