La alergia a los medicamentos es una reacción adversa del sistema inmunológico a un fármaco específico. Estas reacciones pueden variar desde leves, como erupciones cutáneas, hasta graves, como la anafilaxia, una emergencia médica potencialmente mortal. Las alergias a los medicamentos pueden ocurrir con cualquier tipo de fármaco, incluyendo medicamentos de venta libre, recetados y naturales.
Las alergias a los medicamentos ocurren cuando el sistema inmunológico identifica erróneamente un fármaco como una sustancia perjudicial y desencadena una respuesta inmune. Los factores de riesgo incluyen un historial previo de alergias a medicamentos, antecedentes familiares de alergias, la administración frecuente o a largo plazo de ciertos medicamentos, y condiciones médicas preexistentes como el VIH o el lupus. Los antibióticos, como la penicilina, y los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) son causas comunes de alergias a los medicamentos.
Los síntomas de una alergia a los medicamentos pueden manifestarse en minutos, horas o incluso semanas después de la exposición al medicamento. Los síntomas comunes incluyen:
El diagnóstico de una alergia a los medicamentos comienza con una evaluación detallada del historial médico del paciente y una descripción precisa de los síntomas. El médico puede realizar pruebas cutáneas para identificar la respuesta al fármaco sospechoso. En algunos casos, también se pueden utilizar pruebas de sangre para medir la respuesta del sistema inmunológico a los medicamentos. La prueba de provocación controlada, en la que el paciente toma una dosis controlada del medicamento bajo supervisión médica, también puede ser utilizada para confirmar el diagnóstico. Es fundamental que los pacientes informen a sus médicos sobre cualquier reacción previa a medicamentos para prevenir futuras reacciones alérgicas.
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